El sistema de refrigeración de su vehículo ayuda a mantener el calor del motor a los niveles recomendados para el funcionamiento óptimo de su coche. Este sistema incluye múltiples componentes: un radiador, una bomba de agua, un depósito de rebose, un termostato, un sensor de temperatura, mangueras y canales en el propio motor para eliminar el calor. El termostato se abre a una temperatura predefinida durante el funcionamiento del motor para permitir la entrada del refrigerante. Cualquier número de causas puede reducir los niveles de refrigerante en su automóvil.
Depósito de desbordamiento
La mayoría de los depósitos de desbordamiento vienen equipados con un pequeño tubo que permite que el refrigerante escape si el motor se calienta lo suficiente y el refrigerante se expande más allá de la marca completa del depósito de desbordamiento. Esto puede suceder en días calurosos cuando también se hace funcionar el aire acondicionado. Debido a esto, es necesario verificar el nivel del depósito periódicamente para asegurarse de que el refrigerante se encuentre entre las marcas mínima y máxima del depósito. Utilice la mezcla recomendada de refrigerante y agua para su vehículo y llene hasta este punto.
Fugas en el radiador
Pequeños agujeros en el radiador harán que el nivel de líquido refrigerante baje. Es posible que las fugas por estenosis no se noten durante el funcionamiento, ya que el fluido se filtrará cuando el coche esté funcionando bajo carga. Pero después del funcionamiento, el radiador emitirá un olor húmedo y caliente y mostrará signos de fuga por debajo. Las fugas por estenosis crecerán si no se arreglan. Cambie el radiador o hágalo reparar en un taller de reparación de radiadores.
Junta de la cabeza con fugas o soplado
Una junta de la cabeza con fugas o soplado causará que el agua se filtre en las áreas del bloque donde no fue diseñada para ir. Esto hará que los niveles de líquido refrigerante bajen sin que se noten fugas debajo del depósito de refrigerante, las mangueras o el radiador. Para comprobar si la junta de la cabeza está defectuosa, tire de la varilla de nivel de aceite. Mire el color del aceite en el extremo de la varilla. Si tiene un aspecto lechoso o aparecen burbujas de agua, es un buen indicio de que la junta de la cabeza se ha roto.
Mangueras y conexiones
Revise todas las conexiones donde las mangueras se conectan al radiador y al motor. Tome nota si ve algún fluido alrededor de estas áreas. Es posible que las mangueras defectuosas no muestren fugas hasta que el motor esté encendido. Cambie las abrazaderas de las mangueras o las mangueras malas. Incluya la inspección de las mangueras del radiador durante los cambios de aceite o las puestas a punto para evitar problemas con el sistema de refrigeración en el futuro.
Tapa del radiador
Un mal funcionamiento de la tapa del radiador puede ser la causa de las fugas de líquido en el sistema de refrigeración. Nunca quite el tapón del radiador después de que el coche se haya apagado, ya que el sistema está bajo presión. Espere a que el radiador esté frío al tacto antes de quitar el tapón. Los tapones reemplazables están disponibles en las tiendas de repuestos de automóviles por un pequeño costo.